Las entrañas del Monte de Borox

Los toboganes de Borox nos quitaron el miedo y la vergüenza a base de caídas. Cuatro sagreños fueron a las entrañas del monte y todos ellos probaron la dureza del suelo.
Casi 30 km rompepiernas que hicieron las delicias del personal a pesar de los rasguños...

 

Crónica Las entrañas del Monte de Borox
por Morillo

Mañana de domingo en el lugar habitual, en esta ocasión, las bicis irían hasta la localidad de Borox, pero utilizando para llegar hasta aquel hondonado lugar de la zona de la Sagra un medio mucho mas ameno y cansado al habitual.

A las 09:15 partimos de Illescas con las burras al buen recaudo de Luis, hacia Borox, en compañía de Alfredo, Damián y un servidor, conformando así el grupo establecido para aquella mañana.

Eran las 09:45 cuando ya, cada uno en su montura descendemos por las calles de Borox bordeando la emblemática plaza de toros de la localidad, para desde allí tomar el camino, que en un principio nos llevaría hasta coronar el lugar predestinado, la mansión ubicada en el monte de Borox, lugar al cual nos comunica un paisano, que no podemos acceder ya que al parecer la zona es privada, desde aquí, irónicamente, darte las gracias chaval……siempre da gusto dar con gente simpática y amable.

En este punto y en vista que la ruta se vio truncada, comienza la exploración del monte de Borox, un laberinto de caminos que bordean cada uno de los rincones del monte y e los que verdaderamente merece la pena adentrarse.

 

 

Constantes toboganes ocultos entre la vegetación, nos llevarían ascender y descender por las entrañas del monte, caminos que en mas de una ocasión a mas de uno nos hizo plantar pie, subir algún tramo empujando la burra e incluso a besar literalmente el suelo.

La ruta, a groso modo, quedaría constituida de la siguiente manera, grandes pendientes ascendentes con sus respectivas bajadas y la cuales las acogíamos como un premio en su parte mas elevada, no tan solo por tomar algo de aire de tan asfixiantes cuestas, sino para disfrutar de un posterior descenso muy técnico y con un entorno natural que merece la pena disfrutar.

Tras finalizar el penúltimo descenso, se decide hacer el avituallamiento, nos quedaba el último repecho y Alfredo y yo necesitábamos oxigenar las piernas, así que a la sombra de los árboles y entre constantes sonidos de los disparos de otros aficionados de los domingos, retomamos rápido la marcha, no vaya a ser que gracias a mi respiración entrecortada y “poderosa” nos confundan con jabalíes…

 

 

Afrontamos la ultima pendiente ascendente del día, pues coronando esta, se terminaría el castigo para las piernas, siendo alentador el solo pensar que una vez toquemos cima, el resto seria coser y cantar.

Y como todo lo que sube, baja, esta vez no iba a ser diferente, descendiendo a continuación por el otro lado del monte hacia el camino principal del inicio, deshaciéndonos sobre nuestras rodadas hasta llegar al lugar de partida, donde después de la foto de rigor, solo nos quedaría cargar de nuevo las bicis para regresar a nuestros hogares con la buena sensación de tener los deberes en BTT hechos.


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Distancia Aprox. 27 Km
Dificultad: Media

Con menos miedo pero con más arañazos. Anímate La Sagra te espera.